Valencia, 30 jul (EFE).- El valenciano César Sempere fue considerado el ‘niño prodigio’ del rugby español y tras los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro pondrá en marcha un nuevo proyecto en el que volcará buena parte de la experiencia que ya tiene como técnico tras haber dirigido cinco ediciones de un campus.
Tras su comentado debut con el sénior de La Vila con apenas 18 años fichó por el histórico El Salvador de Valladolid, primera parada de una larga carrera que le ha llevado por clubes de la talla del Montpellier francés.
Sempere cuenta que cuando empezó a jugar al rugby lo hacía a escondidas de sus padres, para que no se preocuparan, mientras que dentro de unos días estará en unos Juegos Olímpicos de los que estarán pendientes millones de personas.
«La verdad es que el cambio es grande. Cuando empecé era un deporte totalmente desconocido, en La Vila no había clubes, tampoco había liga y era incluso difícil jugar partidos amistosos. Ahora es un deporte en auge, que está en pleno ascenso. Se interesan mucho por nosotros y creo que es algo que nos merecemos», aseguró.
Hace apenas unos días que acaba de terminar una nueve edición del campus que lleva su nombre y que se ha convertido en una referencia.
«Nos ha venido este año gente de Panamá, Inglaterra o de Francia. Tenemos unas instalaciones preciosas y yo pongo mi nombre pero sobre todo mi presencia veinticuatro horas, que es lo que cuenta», destaca.
A la vuelta de Brasil intensificará esa labor con la puesta en marcha de un nuevo proyecto sobre la base del histórico club Tatami.
«Es un proyecto deportivo social, para compartir valores y forma de vida. Es un proyecto multideportivo y social donde todos serán bienvenidos y el rugby será le excusa. En cuatro o cinco años esperamos ser una referencia», anunció.
«Además de rugby y de rugby femenino, va a haber gimnasia deportiva, pádel y atletismo pero sobre todo vamos a cuidar la parte social, a los padres, a los veteranos, a los patrocinadores y lo llevaremos a cabo en el polideportivo Quatre Carreres de Valencia», avanzó.
Después de Río puede que la vida le cambie en aspectos más personales. «Dije una vez en una entrevista que cuando llegara a Río me casaba y ahora todo el mundo me mete presión y mis amigos me preguntan dónde está el anillo. Además, a Río viene mi novia, por lo que voy a juntar las dos cosas que más me gustan: el rugby y mi pareja», destacó.
A sus 32 años y con catorce como profesional, Sempere asegura que a los Juegos Olímpicos de Tokio no llegará «ni de broma» pero dejó la puerta abierta a continuar algún tiempo más con la selección.
«Siempre he dicho que ir a unos Juegos sería la mejor forma de colgar las botas pero la verdad es que no sé qué haré después de Río. Habrá que ver lo que pasa y el proyecto que hay», apuntó. EFE
Fuente: http://www.mundodeportivo.com/juegos-olimpicos/20160730/403576719590/cesar-sempere-de-nino-prodigio-del-rugby-a-entrenador-modelo.html